sábado, 18 de febrero de 2017

LA HIPOCRESÍA DE LA NUEVA CASTA

Vistalegre II ha supuesto el punto de inflexión definitivo para la autodenominada nueva política. Aquellos que cuando comenzaban su andadura en el servicio al ciudadano tanto criticaban las elecciones a dedo dentro de los antiguos partidos, son hoy los primeros en "tomar ejemplo" de aquellos.

En Podemos, desde esta mañana, la presunta pareja sentimental (vamos a decirlo así, ya que en Wikipedia aún no han confirmado la oficialidad de la relación) del líder de la formación, Pablo Iglesias, ocupa el segundo lugar en el escalafón de poder de "los morados". Esto, por supuesto, se veía venir, concretamente desde que Errejón, por entonces y hasta hoy mano derecha del todopoderoso líder, mostró un mínimo conato de rebeldía.

Es curioso que este idolatrado personaje, en marzo de 2014, criticase que Ana Botella, mujer del expresidente Aznar, hubiera llegado a la alcaldía de Madrid precisamente por ser la pareja del político, y no por sus méritos laborales (cosa que no voy a discutir). Hoy, en vez de Ana, es Irene. Distintos cargos, mismo procedimiento. La crítica ha dado paso a la hipocresía. Habrá que ver si también hacen propias las excusas que hace años ponían otros para intentar disimular lo evidente.

Por último, yo me pregunto: ¿que pensará el votante de este partido al ver que su amado dirigente lleva a cabo las mismas acciones que hace escaso tiempo criticaba a pie de calle, pancarta en mano y a viva voz? Decepción, imagino, será la palabra que les venga en mente. Ilusos,es la que me viene a mí.