Han pasado casi 24 horas desde que se empezaron a conocer los primeros escrutinios en los colegios electorales, que a la postre darían como ganador de las elecciones al PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza. Analizando la precampaña y la campaña, todo hacía presagiar que la participación en estas elecciones iba a ser más elevada que en años anteriores, y finalmente así fue: el 75´79% de los llamados a votar acudieron a las urnas, nueve puntos más de participación que en los anteriores comicios.
Las estrategias de los partidos han sido cuanto menos variadas a lo largo de estos últimos meses: desde los que apostaban por la beligerancia, hasta los que adquirían un perfil más discreto, pasando por otros que variaban su postura en función del escenario que les rodease (que cada cual se haga una idea de quién es quién).
La irrupción de VOX había sido uno de los condicionantes principales a la hora de preparar la campaña, junto a la problemática de Cataluña. El discurso rompedor del partido de Abascal ha hecho que los partidos de centro-derecha tuvieran que modificar su discurso, buscando recuperar el "voto patriota" que parecían haber perdido en favor de la formación verde, y esta quizás ha sido una de las tácticas que más ha perjudicado al Partido Popular.
Analizando ya los resultados, podemos sacar las siguientes conclusiones:
- El PSOE, con 123 escaños, ha conseguido condensar la mayoría del voto de la izquierda, dando un puñetazo sobre la mesa que ha hecho que se tambaleen los cimientos de varios partidos, y no solo de los considerados "enemigos".
- El PP ha sido el gran perdedor de la jornada, obteniendo 66 escaños. Ha perdido la confianza de casi la mitad del electorado que le aupó a la victoria en 2016, afectado principalmente por la división de la derecha. Se ciernen oscuras tormentas sobre la calle Génova en las próximas fechas.
- Ciudadanos ha logrado 57 escaños, acercándose peligrosamente a las cifras de los populares, y poniendo en cuestión el liderazgo de la oposición y del centro derecha. El discurso de Rivera ha calado fuerte en el electorado joven, aunque aún subsiste uno de sus mayores problemas: no logra la confianza de vascos ni de buena parte de los catalanes.
- Unidas Podemos, con 42 escaños, ha sido el otro gran perjudicado de la pasada noche. El empuje de los socialistas ha debilitado notablemente la postura de la coalición morada, que ha visto cómo muchos de sus simpatizantes apostaban por el voto útil en favor de Sánchez.
- VOX ha conseguido los primeros escaños de su historia, 24, que hacen que entren en el Congreso con cierta fuerza, aunque menos de la prevista por los sondeos electorales de las últimas semanas.
- Formaciones independentistas como ERC y Bildu han logrado sobrepasar su propias aspiraciones, logrando reunir un fuerte bloque que promete dar guerra a la hora de sumar las tan ansiadas mayorías absolutas.
A la vista de los resultados, el PSOE se va a quedar a un solo escaño de la mayoría absoluta, teniendo en cuenta su más que posible alianza en la investidura con Unidas Podemos y otros partidos regionales minoritarios. En principio, tanto Sánchez como Rivera han descartado alcanzar un pacto que les daría la mayoría absoluta, ya que la política de diálogo de los socialistas con los independentistas catalanes ha hecho que la formación naranja rechace de pleno la posibilidad de apoyarles en su cometido.
Entrando en el apartado de lo personal, creo que han existido dos condicionantes que han provocado el batacazo de la derecha en las elecciones: por un lado, la falta de liderazgo de Pablo Casado, y por otro, la aparición de VOX. El PP ha visto cómo desaparecían de la directiva sus líderes históricos, y la llegada de savia nueva en un periodo tan convulso ha provocado que los ciudadanos no confiasen en ellos para gobernar. Además, el discurso de Abascal ha calado de lleno en muchos votantes descontentos con las políticas inmovilistas de los populares, lo que ha provocado una fragmentación tal que, unida al sistema electoral existente en nuestro país, ha acabado con el PSOE arrasando en las Generales.
Se abre un periodo de cambios y de reflexión para muchos partidos, y de ilusión y mucho trabajo para otros. A pesar de ello, en menos de un mes, los españoles vuelven a estar convocados a las urnas para dirimir acerca de política municipal, autonómica y europea. Si los resultados son continuistas respecto a lo visto en la jornada de ayer, rodarán cabezas en muchas sedes.
Ahora, vienen cuatro años que prometen ser muy ajetreados en cuanto a política se refiere. Habrá que ver si los socialistas, acompañados por Iglesias y compañía en Moncloa, son capaces de afrontar con garantías una época muy convulsa, pues son muchos los expertos que auguran una nueva crisis económica. El PSOE cuenta con gente muy capaz entre sus filas, pero en muchas ocasiones, desde las altas esferas del partido, no han sido capaces de dar protagonismo a estas personas, lo que ha provocado muchos dolores de cabeza a millones de españoles debido a pésimas gestiones monetarias. Por parte de la derecha, se ha abierto una pugna por ver quién asume el liderazgo de la oposición: el PP parece que continuará con su renovación, como hizo el PSOE hace no tanto tiempo, Ciudadanos buscará afianzar las figuras de Rivera y Arrimadas a nivel nacional, y VOX intentará que su discurso siga presente en los medios, quién sabe si desde una postura más radical, o bien más moderada, una vez alcanzado ya uno de sus principales objetivos, que no era otro que lograr presencia en el Parlamento a nivel nacional.
Fuente: Europa Press
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