domingo, 3 de marzo de 2019

El CISMA ESTADÍSTICO

Si por algo se ha caracterizado el gobierno de Pedro Sánchez, al que puede que unos meses apodemos "El Breve" (aunque él se conformaría con ser recordado como "El Guapo"), es por manipular las estadísticas a su antojo. Desde la moción de censura que le encumbró, no ha habido un solo mes en el que los datos arrojados por el CIS no hayan acaparado las portadas de los grandes periódicos de tirada nacional.
Una de las primeras decisiones del presidente tras desembarcar en Moncloa, aparte de cambiar el colchón, fue nombrar presidente del CIS al señor Tezanos, persona de su confianza. La elección, a priori, no pudo resultar más beneficiosa para sus intereses: en todos y cada uno de los informes emitidos por la institución, el PSOE ha liderado la intención de voto con márgenes cada vez más amplios respecto de sus competidores, y como no podía ser de otra forma, Pedro ha obtenido la mejor nota media en la valoración de los dirigentes de los principales partidos políticos del país (para sorpresa de todos y de nadie, ninguno roza siquiera el aprobado).

Los resultados estadísticos pueden suponer un arma de doble filo a menos de dos meses de las elecciones generales, como pudimos comprobar recientemente en Andalucía. Quizás, los votantes indecisos se dejen imbuir por la aparente mayoría que cosecharían los socialistas, lo que corroboraría que la decisión de Sánchez al manipular las encuestas del CIS para favorecer sus intereses habría sido un éxito. El problema con el que se puede encontrar tiene un nombre: hartazgo. El español de a pie, a pesar de que pueda llegar a aparentarlo frecuentemente, no tiene un pelo de tonto, y llega un punto en el que advierte que la información que le llega a través del Radio Patio socialista no es del todo veraz. Existe un alto porcentaje de personas que no saben a quién votar ante el abanico de partidos que concurren a las elecciones, y por ello pueden optar por ejercer el voto de castigo frente a quien ha permanecido en el Gobierno modificando datos y aprobando subidas sistemáticas de impuestos, o bien frente a los que han hecho de la corrupción su bandera (Partido Popular, esta va por ti).

                                        Fuente: CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas)

Elecciones aparte, lo que no se puede consentir es que Pedro Sánchez tenga la desfachatez de INVENTARSE que 2'5 millones de niños españoles viven en riesgo de pobreza (un tercio del total). ¿Acaso vivimos en un país tercermundista o en guerra? Nadie en su cabal juicio puede creerse esos datos. De hacerlo, estaríamos despreciando y ninguneando no solo a los niños que viven en España y tienen la desgracia de no poder hacer las comidas diarias necesarias o de no poder vestir en condiciones, sino también a aquellos que no han tenido la fortuna de nacer en un país desarrollado.

Por ello, me gustaría hacer una llamada de responsabilidad a quienes van a tener el futuro de España en sus manos en menos de 60 días, para que sean honestos con los votantes que depositen en ellos la poca confianza que les queda en los dirigentes políticos, y basen sus programas en las realidades sociales que nos atañen y que son susceptibles de amplias mejoras, pues de otra manera, las esperanzas que todos albergamos de tener un país a la altura de la calidad de las personas que en él habitan,se acabaran desvaneciendo.

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