domingo, 2 de diciembre de 2018

CATETOS SISTEMÁTICOS

La irrupción de VOX en el panorama político nacional ya es un hecho. Han conseguido 12 escaños en las elecciones al Parlamento de Andalucía, comunidad que en la historia democrática española se había erigido como bastión del socialismo y de la izquierda. Estamos sin duda ante un hecho más que significativo, nada de esto puede achacarse a la casualidad. Es por ello por lo que me propongo analizar la situación política que atraviesa España, y los motivos que han provocado que lleguemos a este punto de quiebra del sistema tradicional.

Todo comienza con el archiconocido movimiento 15-M, que por primera vez  consigue fraccionar de manera significativa el voto progresista en nuestra nación. Podemos y sus diferentes facciones a nivel municipal y autonómico hacen que por primera vez el PSOE tenga un compañero y a la vez enemigo en su bancada de las Cortes.

Poco tiempo después, Ciudadanos da el salto desde Cataluña para cuestionar el liderazgo del voto de la derecha a nivel nacional. Pese a ser considerado como un partido de centro-derecha, no han sido pocas las veces que ha optado por apoyar a la izquierda para tumbar al PP en sus decisiones, siendo la más relevante de ellas la moción de censura contra M. Rajoy.

Por último, sin hacer mucho ruido en sus inicios, nos hemos encontrado de frente con VOX, el partido de extrema derecha que ha dinamitado el acceso a la Junta de Andalucía. Sus propuestas políticas son en muchas ocasiones, cuanto menos, censurables. ¿Entonces a qué se debe su triunfo?

La irrupción de la extrema derecha en España se debe a la convergencia de una serie de factores. El primero de ellos es el cambio en el panorama político europeo, que ya auguraba el auge de los nacionalismos a nivel comunitario, destacando la figura de Le Pen en Francia. A ello, debe sumarse el hartazgo de la población electoral frente a los medidas propuestas por las fuerzas del bipartidismo, ya que a la vista está que en muchas ocasiones no han surtido los efectos deseados. El descontrol respecto a la inmigración es otro de los motivos de crispación social a los que se ha aferrado VOX para propagar sus políticas, ciertamente orientadas hacia la xenofobia y el racismo, pero efectivas de cara a los que manifiestan su hartazgo. Cataluña ha sido otra de las puntas de lanza de los discursos del partido, pues en todo momento han asegurado que si ellos gobernasen, la situación se iba a solucionar de una manera, digámoslo suavemente, radical. La puntilla, a mi modo de ver, la ha puesto la llegada de Sánchez al Gobierno, pues desde entonces, el nuevo presidente ha estado más preocupado de hablar del franquismo y de viajar en avión para hacer un viaje de 200 kilómetros, que de sacar adelante medidas que realmente solventen los problemas del ciudadano de a pie, que no son otros que el paro y los problemas económicos derivados de este fenómeno tan devastador que afecta a tantas familias en España.

Por último, y no menos importante, el factor que más presencia ha tenido en el cambio es, como dice el título de este artículo, la masa social a la que me quiero referir como "catetos sistemáticos". ¿Qué quiénes son? Son muy fáciles de identificar, y probablemente te encuentres rodeado de ellos, si es que no lo eres tú mismo (no te ofendas,existen más de los que crees). Son todas las personas, con derecho a voto en la mayoría de los casos, que en vez de informarse de las propuestas de los partidos y hacer POLÍTICA ACTIVA (esto es muy importante), se dedican a leer a los tuiteros que más se aproximan a sus ideales, sin contrastar ideas. Lo que hacen a continuación te sorprenderá: en el momento en el que intentas entablar una conversación civilizada y con argumentos acerca de política con ellos, vomitan la información asimilada, cargada de muletillas y estereotipos, con el único objetivo de ridiculizar tus pensamientos (bien fundamentados) y hacer ver al público asistente al debate, que es cualquier usuario avispado de Twitter, que tus ideas son las equivocadas. Así de simple.

A esto nos ha llevado la era de la información. Cuando se presume que más conocimientos acerca del entorno podríamos tener, más ignorantes somos (y me incluyo). Por ello, debemos hacer un esfuerzo e implicarnos en el impulso activo de la mejora de las políticas. Participemos, no tengamos miedo, el cambio pasa por nuestra implicación, porque sin ella, el poder seguirá siendo una pelota de tenis que cambia de lado continuamente sin que nada lo impida. Hagamos un ejercicio cognitivo de lo que nos rodea, y a partir de ahí, elaboremos pensamientos nuevos que nos permitan avanzar como sociedad. En definitiva, el ostracismo y las actitudes estáticas nos condenan a ser catetos sistemáticos, y con vuestro permiso, estimados lectores, yo me resisto a serlo.

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Imagen: Congreso de los Diputados (lainformacion.com)

jueves, 11 de octubre de 2018

GRACIAS, SEÑORA PARERA

Si yo menciono el nombre de Ana María Parera, la mayoría de los lectores reaccionaréis con indiferencia, pues probablemente, ni un 1% de vosotros la conocerá, y es lo lógico. Ella es una mujer normal, pero el 3 de junio de 1986, hace ya 32 años, tuvo a bien traer al mundo a una persona que quizás conozcáis más, y no es otro que don Rafael Nadal Parera. Desde niño, he crecido admirando a esta figura del deporte, pues sus gestas son de sobra conocidas por todos, y es por ello por lo que me he animado a escribir sobre él.

Recuerdo muchas de las increíbles victorias de Rafa en las pistas de tenis: remontadas, remates imposibles, desgarradores gritos de celebración... La leyenda que ha creado esta persona en el deporte al que se dedica es a mi modo de ver inigualable, pues ha conseguido todo lo que se ha propuesto. Lo más destacado, sin embargo, es el modo en el que lo ha hecho. Jamás he visto a Nadal pecar de arrogancia, jamás le he visto menospreciar al más débil de los rivales, jamás le he visto un mal gesto en la derrota (y lo que es más importante aún, tampoco cuando ha alcanzado el éxito). Su carácter es fruto de lo que hoy llamamos la "cultura del esfuerzo": él no es el más talentoso de los tenistas, ni el más rápido, ni el mejor sacador... Sin embargo, cuenta con armas mucho más determinantes, como son el tesón, la constancia o el sacrificio. Recuerdo una anécdota que contaba uno de mis profesores en el colegio. Decía que una vez, hace años, cada vez que paseaba con las primeras luces del alba por un parque de Madrid, se encontraba con un joven de unos 15 años que salía a correr, y quedó tan sorprendido por aquel hecho, que un buen día decidió preguntarle su nombre: no creo que sea necesario que os diga quién era. En aquel momento, mi maestro ya auguró que alguien que se dedicaba tan a fondo a su pasión, estaba destinado al mayor de los triunfos, y no se equivocó. Es destacable también el calvario que ha sufrido nuestro protagonista de hoy con las lesiones, pero ello nunca le ha impedido sobreponerse a ellas, y siempre ha vuelto al olimpo para repetir un gesto que todos tenemos grabado en nuestras retinas: el de Nadal mordiendo los innumerables trofeos que atesora.


Pero lo más destacable de Rafa no es su faceta como tenista, por raro que parezca. Se trata de alguien que pese a haber logrado todo como profesional, jamás ha desconectado de sus raíces. Es por ello por lo que, invirtiendo mucho de lo ganado a lo largo de su carrera, decidió crear una Academia de tenis en su Mallorca natal, con el fin de fomentar los sueños de los que aspiran a ser como él en un futuro. Nadie mejor que él, ni su tío Toni, que ha sido su sombra durante toda su trayectoria, pueden aconsejar a las generaciones venideras acerca de cómo lograr todo lo que te propongas en la vida, siempre desde la humildad y la perseverancia.

Ayer mismo, su isla natal quedaba arrasada por una gran tormenta, lo que desgraciadamente ha supuesto la destrucción de cientos de viviendas e infraestructuras, y lo que es peor, varias víctimas mortales. Rafael Nadal, que ya tiene todo en la vida, y que no necesita ningún tipo de campaña de marketing para mejorar su imagen, decidió calzarse las botas y enfundarse un chándal para ayudar en las labores de limpieza en las zonas más afectadas, al mismo tiempo que ofrecía las instalaciones de su Academia para acoger a los afectados. Gestos como estos son los que hacen grande a una persona, al margen de sus logros como deportista. Es encomiable, por mucho que algunos se nieguen a aceptarlo, que alguien ya de por sí tan querido por todos, se decida a salir a la calle y se manche de barro hasta las pestañas con el fin de ayudar a su comunidad. 

Por ello me reitero en mi agradecimiento al entorno de Rafa, por inculcarle unos valores que ha sabido aprovechar en beneficio de todo un país, y, cómo no, a él mismo, por darnos tantas alegrías a nivel deportivo, pero sobre todo por sus enseñanzas como ser humano.


jueves, 26 de abril de 2018

LA VERDADERA MANADA

Día 26 de abril. José Francisco Cobo, magistrado de la Audiencia Provincial de Navarra, se dispone a leer el fallo de la sentencia del juicio contra la autodenominada "Manada", un grupo de cinco jóvenes sevillanos que presuntamente perpetró una violación contra una madrileña de 18 años en los San Fermines del año 2016. Una vez conocido el pronunciamiento, que impone una pena de prisión de 9 años de prisión a cada acusado y una indemnización conjunta de 50000€ para la víctima, las redes sociales comienzan a llenarse de todo tipo de insultos e improperios contra el tribunal judicial que ha llevado el caso.
La sentencia, para empezar, consta de 371 páginas, ahí es nada. Es importante señalar, para ponernos en situación, que los jóvenes se encuentran en prisión preventiva desde el 8 de julio de 2016, es decir, dos días después de tener lugar los hechos. Es también reseñable que uno de ellos era guardia civil y otro militar, motivo por el cual se encuentran en la prisión de Alcalá Meco (Madrid), y no en la misma que el resto de sus compañeros, que están presos en cárceles de Pamplona.
Me gustaría señalar que yo, como autor de este texto, voy a intentar reflejar mis pensamientos de la forma más objetiva posible, pero como es lógico, tengo impulsos, como cualquiera de vosotros, y lo primero que quise hacer al oir lo que pasó aquella noche fue ver la cabeza de los presuntos autores "clavada en una pica", como dirían en Juego de Tronos. Pero hoy mi labor no es esa, lo que voy a intentar explicar es por qué los magistrados no han impuesto las penas previstas para lo que en la calle se conoce como "violación", y qué posibilidades se abren para ambas partes a partir de este momento.
Como futuro jurista, hoy he tenido que leer una sarta de barbaridades en redes sociales que no hace sino reflejar la incultura jurídica en la que se ve inmersa gran parte de la sociedad española. La que más me ha llamado la atención, a modo de ejemplo, es que por pegar a un policía te puedes pasar 62 años en el talego. Sobran las palabras...
Centrándonos ya en el caso, las pruebas principales con las que contaban los jueces eran vídeos grabados por la propia "Manada" y por cámaras de seguridad, testimonios de civiles y policías que atendieron a la víctima, y por supuesto las declaraciones de las partes. Por mucho que el juzgador desee imponer la más grave de las penas a estos sujetos, no puede hacerlo sin basarse en unos hechos probados que sustenten el castigo a imponer. Hay que ser muy cínico para pensar que la persona que está al frente de un tribunal no tiene sentimientos: claro que los tiene, y en su familia habrá mujeres que son objetivos potenciales de este tipo de delitos, pero el imperio de la ley debe quedar por encima de los impulsos. En el mundo del Derecho, es necesario juzgar con la razón, no con el corazón, porque aunque parezca una paradoja, la sociedad avanza cuando se actúa racionalmente, no pasionalmente.
En base a las declaraciones de la propia víctima, en ningún momento opuso resistencia cuando los jóvenes cometieron tan deleznables actos, pues afirmaba estar en estado de shock. Es aquí donde, a mi juicio, está la clave que define la posterior sentencia. Por lo visto, en el vídeo que graban los acusados, de 59 segundos de duración, no se ve que la chica se resista, pero no quita para que a lo largo de los acontecimientos, en cualquier momento ellos ejercieran acciones violentas o intimidatorias, lo que habría sido suficiente para imputarles el delito recogido en el artículo 180 del Código Penal, con una pena sustancialmente superior. Me parece un fallo garrafal de la defensa de la joven que en ningún momento de la declaración se refleje la existencia de empujones, agarrones o de simples retenciones, y en base a ello los acusados se han librado de un castigo mayor. 
Además, me parece importante resaltar que en la LO de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, del año 2004, se dice algo así como que "la víctima de violencia de género no debe gritar, pues eso podría animar aún más al agresor si padece algún tipo de trastorno". Este error es imperdonable. ¿De verás una mujer tiene que aguantar un maltrato en silencio? Pues por supuesto que no, esa persona tiene que hacer todo lo que esté en su mano para llamar la atención e intentar salvar su vida. Existe una contradicción incomprensible entre el Código Penal y esta Ley: uno requiere oposición para que exista violación, y mientras tanto la otra invita a no forcejear con el agresor. ¿Qué clase de tomadura de pelo es esta?

No quiero acabar este artículo sin hacer una referencia al juez que ha emitido un voto particular. No alcanzo a comprender la falta de empatía que presenta este señor, pues en su escrito afirma que, al no ver en el vídeo que la víctima se resista (incluso llega a afirmar que percibe gestos de placer), no se puede condenar a los agresores. Su capacidad emocional debe ser nula, para no entender que una persona que está sufriendo unos hechos de este calibre puede llegar a sentirse anulada por completo, sin capacidad alguna de reacción. El ser humano que está pasando por tales atrocidades lo único que quiere es sobrevivir, algo que otras muchas no han podido hacer, por desgracia, y que todo acabe cuanto antes. A mi parecer, es indignante que este personaje represente al poder judicial.

Para concluir, quiero invitar a toda persona que lea estas líneas a protestar, pero con cordura y fundamentos. No podemos culpar a un juez que se limita a aplicar la ley, si realmente es esta la que está elaborada de una forma tan laxa. Debemos pedir a los políticos que cambie el cauce para imponer las sanciones más duras del Código Penal. Es cierto que las penas más graves están ahí, pero no puede volver a suceder que debido a requisitos tan incongruentes, queden sin aplicarse en casos como este. Al ciudadano de a pie, le invito a unirse a la verdadera MANADA, que somos todos los que creemos que es posible un sistema judicial mejor, y por ende una sociedad más humana y sensata. 

miércoles, 21 de febrero de 2018

RAPEROS ENTRE REJAS

Hoy en día, entrar a las redes sociales es el comportamiento millenial más parecido a leer el periódico. Es así. El papel se nos hace raro. Preferimos conocer la opinión de anónimos con regimientos de seguidores, a saber lo que puede decir sobre una materia un experto en ella. La empatía, ya sabéis…

Uno de los temas de actualidad en los últimos días, ha sido el paso por los Juzgados de varios raperos, de cuyo nombre no quiero acordarme. Por supuesto, estos personajes tienen una cuenta activa en redes sociales. Y como no podía ser de otra manera, el 99% de sus seguidores son legos en Derecho (que no tiene ni puta idea, hablando en plata). Se da la combinación perfecta para que salte la chispa de la crispación social: no soy un experto en Matemáticas, pero si sumas ignorancia y capacidad de manipulación, el resultado más habitual son marabuntas de tuiteros enfurecidos. Esta fórmula no la vieron venir ni Hawkins, ni Einstein, ni Tesla.

El caso es que a muchos seguidores de estos artistas (porque lo son, una cosa no quita para la otra) les da por poner barbaridades en las redes sociales: “Mi artista favorito va a la cárcel por criticar a los Borbones” es el prototipo de consigna con el que más veces me he topado en las últimas horas. Es por ello por lo que quiero explicar que no, que nadie va a prisión por criticar a la Casa Real, ni al Gobierno ni al más rastrero de los políticos habidos y por haber. No, señores, se les juzga por “desear que una bomba nuclear caiga encima de ciertas personas”, “querer la muerte de esos cerdos” (aunque os parezca mentira, no se refiere a los de la granja que visitó Jordi Évole), “querer encontrarse con los Borbones en palacio con un kalashnikov”, “arrancar arterias y lo que haga falta”, y nuevamente “desear la muerte de esos cerdos” (vaya lobby más devaluado). El que no me crea, puede buscar en Google las acusaciones, que no solo sirve para leer el Marca.

El argumento en el que se escudan los músicos que soltaron estas joyitas es la libertad de expresión, derecho reconocido en el artículo 20 de nuestra Constitución. Eso está genial, pero no vale pasarse por alto que tus derechos acaban donde empiezan los de la persona que tienes al lado, o en este caso de la persona a la que estás deseando la muerte.

He tenido la fortuna de criarme bajo todo tipo de influencias musicales, y aún hoy sigo escuchando distintos estilos. Muchas de las canciones con las que disfruto tienen un marcado sentido de crítica social, pero siempre hecha desde un mínimo respeto hacia lo que se critica. Nadie debe callarse sus opiniones, qué duda cabe, pero no se pueden perder unos valores esenciales. La música, como arte que es, tiene que servir para canalizar y expresar lo que la sociedad piensa. Las personas tienen preferencias musicales en base al mensaje que transmite la canción (pasando por alto la música que se escucha en las discotecas), pero siempre tiene que haber una barrera que no se puede traspasar.


Espero que este texto haga reflexionar a todo el que lo lea. Se puede estar más o menos de acuerdo con lo aquí expresado, pero me gustaría que tuviera trascendencia el mensaje esencial que he intentado transmitir: hay que luchar por lo que consideramos justo, y esto se puede hacer sin faltar el respeto a quien no comparte tus ideales, porque NO TODO VALE.